Para ello necesitaremos:
- 125 gr de azúcar.
- 50 ml de agua.
- 275 ml de leche.
- 3 yemas.
- 7 gr de maicena.
- 4 hojas de gelatina.
- 500 ml de nata para montar.
- 1 cucharada de café soluble.
Comenzamos haciendo un caramelo rubio; para ello tenemos que calentar el azúcar con el agua, hasta hacer el caramelo rubio, que empieze a dorarse. En este momento, añadiendo poco a poco tenemos que añadir la leche, que habremos calentado anteriormente, para evitar un choque térmico. Hay que tener cuidado porque se hará una espuma cuando añadamos la leche, cuidado con las quemaduras, por eso hay que añadir poco a poco.
Dejamos reposar la mezcla de caramelo y leche.
Mezclamos yemas, maicena y el café juntos, y una vez esté templado la mezcla de caramelo, unimos las dos mezclas.
Añadimos la gelatina, que habremos hidratado con agua fría y escurrido antes de usarla.
espesamos en el fuego todo junto, hasta conseguir que nos quede como una crema. Hay que tener cuidado de que no hierva la mezcla, ya que esto provoca que la gelatina pierda sus propiedades.
Montamos la nata, pero no del todo, apunto de montarla (semimontarla).
Dejamos reposar la crema de caramelo y café hasta más o menos 40 ºC, y mezclamos con la nata semimontada con ayuda de una espátula, con cuidado de no bajar la nata.
Una vez la mezcla esté homogénea, llenamos vasitos, o copas, o cualquier recipiente que queramos llenar con la mousse.
Se puede utilizar, como decoración, una hoja de menta en la parte superior de la mousse; o se puede llenar hasta la mitad de la copa con mousse y rellenar hasta el final con un merengue o nata montada.
Así lo hice yo.
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